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Cómo elegir el mejor profesor de lenguas online para tus hijos

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Elegir a un profesor particular es no es nada fácil. Antes, debes asegurarte de que puede hacer bien su trabajo y de que tiene la suficiente experiencia para dar clase a niños o a adolescentes, dependiendo de la edad de tus hijos.

Al principio, casi todas las webs que ofrecen clases de idiomas para jóvenes tienen buena pinta: que si profesores nativos, que si actividades interactivas, que si preparación de exámenes… Sin embargo, tú sabes que no todo es tan bonito en esta vida y que, desgraciadamente, las clases no tienen por qué ser tan buenas como el marketing que hace la empresa para conseguir nuevos alumnos.

Para colmo, las clases de idiomas no son baratas. Requieren de una pequeña inversión por tu parte y eso hace que quieras estar segura de los servicios que contratas. ¿Acaso no sería mejor para tu hijo conocer antes al profesor? ¿Y si compras un pack de clases y pierde el interés en la primera semana porque se aburre como una ostra?

¿Cómo puedes, entonces, identificar las cualidades que convierten a un profesor de lenguas extranjeras en un buen profesor para tus hijos? ¿Qué requisitos debe tener? Te lo cuento en este artículo.

Al final encontrarás un ebook con mucha más información y materiales de regalo que puedes descargar gratis.

¿Listo? ¡Vamos allá!

No cualquier profesor de idiomas puede enseñar a niños y adolescentes

Antes de desarrollar las características de los buenos profesores para niños o adolescentes, déjame decirte algo: ¡No todos los profesores de idiomas están capacitados para trabajar con este tipo de alumnos! La enseñanza de idiomas a jóvenes requiere de cierta especialización.

Déjame ponerte un ejemplo: es posible que un profesor de español sea genial enseñando a trabajadores de una empresa, pero un desastre con adolescentes. ¿Significa esto que es un mal profesor? En absoluto. Significa que este profesor tiene los conocimientos necesarios para hacer bien su trabajo enfocándose a un grupo determinado de alumnos, con unas necesidades específicas.

Ocurre lo mismo con los médicos. Si tienes un resfriado acudes a un médico de cabecera pero, ¿qué pasa si tienes una caries, o si necesitas rehabilitación? Entonces, debes acudir a un especialista. ¿Podría el traumatólogo quitarte la caries? Y el dentista, ¿podría ayudarte a recuperar la movilidad del brazo? Es evidente que no. Cada doctor es bueno en lo suyo porque se ha formado de acuerdo a las necesidades de sus pacientes.

Spanish online for children

Las claves que diferencian al buen profesor de lenguas extranjeras para niños y adolescentes

LAS CLAVES GENERALES

Son aquellas características que todo buen profesor de niños y adolescentes debe desarrollar por el mero hecho de trabajar con alumnos jóvenes.

A) Formación

Enseñar una lengua requiere conocerla bien: cómo funcionan sus tiempos verbales, cómo se estructuran las oraciones, cuáles son las diferencias entre los países en los que se habla esa lengua, etc. La gran mayoría de los hablantes de un idioma, por muy nativos que sean, no poseen estos conocimientos.

En realidad, al hablar, nadie va por la vida pensando “¿por qué he usado este verbo en subjuntivo?” o “¿cuál es la preposición correcta?”. Solo quienes han dedicado sus esfuerzos a entender el funcionamiento del idioma sabrán responder las dudas de sus estudiantes.

Desgraciadamente, a menudo nos encontramos con profesores que no tienen una sólida formación lingüística. Simplemente son nativos o vienen del sector turístico-empresarial. A la mayoría de ellos, les basta con hacer el típico cursillo de unos meses que los habilita para clase y no emplean el tiempo suficiente en formarse como es debido.

Al final, el estudiante se topa con respuestas sin argumentos que esconden la falta de conocimientos de su profesor: “Tú hazme caso y limítate a escribirlo como te estoy diciendo”, “No estás preparado para entender algo tan complicado…”-

Por todo ello, lo ideal es que el profesor posea un grado universitario en Filología, Lenguas Modernas, Lingüística o cualquier materia relacionada. También conviene que haya realizado cursos extra y que estos cursos estén acreditados por alguna institución de peso: el Instituto Cervantes, el Goethe Institut, la Società Dante Alighieri, etc. El tiempo que cada profesor ha dedicado al su estudio influye directamente en la cantidad de conocimientos que ha adquirido.

Sin embargo, para enseñar un idioma a niños y adolescentes hace falta mucho más que tener conocimientos lingüísticos. Estarás de acuerdo en que el modo de aprender de un adulto y el de un niño son muy diferentes entre sí. Esto hace que cambie la manera de dirigirse al alumno, la forma de captar su interés, la temática de las clases, el tipo de actividades….casi todo. En consecuencia, el profesor debe estar capacitado para adaptarse a la edad de los alumnos y sus necesidades. La formación pedagógica o didáctica se convierte, por tanto, en un requisito añadido a la formación lingüística. Tener un grado en Educación o realizar cursos específicos en Didáctica de la Lengua ayudan al profesor a demostrar que posee también estos conocimientos.

Pero ahí no queda la cosa… ¿De qué vale que un profesor que hizo su carrera hace 10 o 20 años no haya revisado lo que sabe desde entonces ? Los tiempos corren, los alumnos van cambiando y sus intereses también. Además, en esta era frenética en la que vivimos, cada día surgen nuevos recursos didácticos para dinamizar las clases. Por eso es muy importante que el profesor de tu hijo continúe formándose activamente. Necesita estar al día de las novedades, hacer cursos, acudir a congresos, compartir materiales con otros profesores, etc. Solo así podrá adaptarse a los nuevos alumnos y a sus necesidades.

B) Experiencia

Ser competente como profesor enseñando una segunda lengua a niños y adolescentes no solo requiere de formación, sino también de experiencia. Está claro que una cosa es la teoría y otra muy distinta, la práctica.

El hecho de tener experiencia permite que el profesor se adapte mucho mejor a las necesidades de tus hijos y sea capaz de reaccionar en la mayoría de circunstancias que puedan surgir durante la clase. La experiencia, como la formación, se va adquiriendo a medida que pasan los años. A la hora de contratar a un profesor para niños o adolescentes es importante valorar si ha trabajado antes con alumnos de esa edad. A nadie le gusta dejar el aprendizaje de su hijo en manos de alguien que no sepa reaccionar si se pone a llorar en clase o que lo obligue a cantar cuando claramente no quiere.

Por último déjame decirte que si las clases son online, conviene también comprobar que el profesor tiene experiencia en este formato. No te engaño: enseñar online no es lo mismo que enseñar de forma presencial. Hay muchas cosas que cambian, como los recursos que se emplean en la clase, el número de alumnos o la forma de expresarse corporalmente para facilitar la comprensión a través de una pantalla. Un profesor de segundas lenguas con una buena formación y una amplia experiencia puede ser también un buen profesor online siempre y cuando conozca los códigos específicos para dirigir la clase telemáticamente y se desenvuelva bien, sin perder calidad en su enseñanza.

C) Capacidad de adaptación

Esta característica es mega ultra importante cuando contratas a un profesor de lenguas para tus hijos pero es posible que no hayas pensado en ella. ¿De qué depende que un profesor pueda adaptarse bien a sus alumnos?

    1.  De la experiencia (como vimos antes)
    2. Del grado de comprensión y la empatía del profesor
    3.  De su interés por atender a las necesidades específicas de sus alumnos
    4. Del su tipo de mentalidad
    5. De los recursos de los que dispone y su creatividad
    6. De su capacidad de organización y programación de los contenidos

Muchas cosas, ¿verdad? El tema da para largo y no quiero aburrirte. Si quieres saber qué tienen que ver las cosas de la lista con la capacidad de adaptación haz click aquí. Irás directo a otro artículo en el que te explico de qué va esto de la capacidad de adaptación con mucho más detalle.

D) Fomento de la autonomía del estudiante

El enfoque tradicional de enseñanza de lenguas, en el que los alumnos repiten como loros eternas listas de vocabulario y completan los huecos en un libro de trabajo ha quedado desfasado. Se ha demostrado que este enfoque no resulta demasiado efectivo, sobre todo cuando se trata de enseñar a jóvenes. A día de hoy, la gran mayoría de las escuelas de idiomas rechazan la enseñanza tradicional de cara a la galería pero, en la práctica, continúan aplicándola a las mil maravillas. Déjame decirte que el hecho de publicar fotos en Facebook con los trabajitos de los alumnos no hace que la gestión de la clase sea diferente a lo de toda la vida. Simplemente es una forma de tener presencia en las redes. En realidad, es el método que sigue el profesor dentro de la clase el que marca la diferencia.

Cuando un niño o un adolescente decide aprender una nueva lengua tiene sus propias motivaciones pero también está influido por la opinión de sus padres ( a quienes les preocupa su futuro académico y laboral). En general, los objetivos que un niño o un adolescente puede tener son:

    • – Mantener una conversación fluida con sus abuelos o familia
    • Comunicarse con amigos y otras personas hispanohablantes de su entorno
    • – Entender las canciones de su cantante favorito
    • – Acudir a un escuela bilingüe
    • – Superar un examen de español (GCSE o DELE para escolares)
    • – Mudarse con su familia a otro país
    • – Hacer intercambios con el extranjero o recibir una beca en el futuro
    • – Enriquecer su programa de homeschooling con el aprendizaje de una nueva lengua

Para abordar unos objetivos de aprendizaje tan específicos como estos, el estudiante debe implicarse en su propio proceso de aprendizaje y pensar sobre de por qué y cómo quiere aprender. El profesor debe ser su guía durante todo el proceso. Su misión es la de identificar muy bien las necesidades del alumno, descubrir sus intereses y mantenerle motivado.

Para conseguirlo deberá contar con la ayuda del propio alumno. Da lo mismo que tu hijo tenga 6 años o 18; si el profesor no se toma el tiempo necesario para escucharle, saber qué cosas le gustan y que cosas no, conectar con su nivel de energía, animarle a conseguir pequeños retos y evaluar con él los progresos que ha conseguido, de nada servirán todos sus esfuerzos por convertirlo en un aprendiz autónomo.

"Enseñar no es transferir conocimiento, es crear la posibilidad de producirlo"
(Paulo Freire)

Llegará el momento en el que tu hijo sea capaz de expresar cómo se ha sentido durante la clase o lo orgulloso que se siente por haber superado ciertos retos. Incluso se sentirá lo suficientemente seguro como para asumir otros más difíciles. Además, intentará buscar nuevos medios que le permitan seguir practicando la lengua: vídeos de YouTube, series animadas, canciones, nuevos amigos de la escuela con los que nunca había hablado nunca….

Para el profesor, esta forma de enseñanza no es tan sencilla como llegar a clase con un temario preconfigurado y abrir el libro por la página x. Se trata de tener una buena comunicación con el alumno y darle cierto margen de elección. Juntos, toman decisiones sobre cosas como:

    • – La rutina de la clase (el orden en el que se hacen las actividades)
    • – Las normas de funcionamiento de la clase (lo que deben y no deben hacer)
    • – Las señales o gestos para volver a la calma, cambiar de actividad o acordarse de alguna expresión concreta mientras hablan en la segunda lengua
    • – El tipo de vocabulario que trabajan en las actividades
    • – El tipo de tareas que al alumno le gustaría llevar a cabo
    • – El tipo de recompensa que recibe el alumno por su trabajo bien hecho ( unas monedas, unos puntos, bonos virtuales para reproducir una canción en clase o escuchar el audio de un examen por tercera vez, etc).
    • – La evaluación del esfuerzo del alumno durante la sesión y las posibles mejoras.
    •  

El profesor deberá tener en cuenta todos estos puntos para integrarlos en su programación y conseguir que tu hijo se sienta lo más cómodo posible. Por supuesto, planificar actividades que le resulten interesantes, relevantes y útiles no es tarea fácil. Como dijimos, no basta con tener muchos conocimientos lingüísticos; también hay que desarrollar otras habilidades comunicativas y pedagógicas.

La misión del alumno es "aprender a aprender";
la del profesor, adaptar su enseñanza para ayudarle a conseguirlo

 

E) Tolerancia

Cuando eres profesor, los prejuicios y el adoctrinamiento deben quedar a un lado, ¡y mucho más si eres profesor de lenguas! Para nosotros, la tolerancia debe ser un valor FUNDAMENTAL. Sin ella es imposible llegar a buen puerto.

Los profesores de idiomas trabajamos con estudiantes extranjeros de diferentes nacionalidades. Su cultura y sus ideales pueden ser muy distintos a los nuestros (ni mejores ni peores).  Muchas de sus costumbres pueden resultarnos extrañas pero, ¿y lo bonito que es aprender cosas nuevas de otros países a través de las palabras de un alumno?…

Al final, lo que enriquece una clase de idiomas es buscar puntos en común y valorar lo positivo de las diferencias. Por eso es muy frecuente que los profesores incluyamos actividades culturales en nuestra programación para trabajar temas como:

    • – La comida típica
    • – Las fiestas tradicionales
    • – La música y los bailes tradicionales
    • – Las convenciones sociales y los gestos
    • – Las obras artísticas y los -monumentos más importantes
    • – Las personas famosas (actores, presentadores, cantantes)
    • – Las diferencias regionales y el estilo de vida

En general, los profesores de lenguas son personas respetuosas con una mentalidad abierta (o eso dice la teoría). En la práctica, muchos de ellos tienen un punto débil: dar por sentado que que la variedad de lengua que enseñan es “más correcta” que las otras. Esta creencia no tiene fundamento científico pero se ha mantenido durante muuuchos años. ¿Acaso no has escuchado, por ejemplo, que el español de España es mejor que el de Puerto Rico; o que el Portugués de Portugal es más correcto que el de Brasil?….

Desgraciadamente los prejuicios lingüísticos no solo afectan a los estudiantes, sino también a aquellos profesores que no tienen una buena formación lingüística. La clave para elegir un profesor, por tanto, no está en que este sea de un país o de otro, sino en que no tenga prejuicios y no imponga su variedad de la lengua. Su misión, en cambio, es adaptar algunos de los contenidos de las clases a la variedad que más interese al alumno. También es importante que te asegures de que el profesor realiza ciertas actividades culturales con tu hijo. Esto marcará la diferencia.

Poner los 5 sentidos en crear las mejores clases para nuestros alumnos es lo importante.

¡Hay que ser constructivos, no prejuiciosos!

F) Buena comunicación con los padres

Estoy segura de que saber cómo progresa tu hijo en su aprendizaje de la segunda lengua es importante para ti. Por eso, necesitas contratar a un profesor que te mantenga informado del funcionamiento de las clases y los cambios que se van produciendo.

No importa que las clases sean online; la comunicación entre el profesor y tú (a través de email, videollamada..) debe ser más o menos constante. Tener una buena relación con el profesor de tus hijos es especialmente beneficioso cuando te interesa saber cómo puedes ayudar a tu hijo para que siga practicando la lengua en casa. Esto ocurre frecuentemente en dos casos :

    • – Si quieres que tu hijo sea bilingüe
    • – Si tu hijo hace homeschooling

A día de hoy, no existen planes de apoyo para padres que quieren implicarse en el proceso de aprendizaje de lenguas de sus hijos. Por eso, desde Catchyespañol he querido desarrollar el primer programa de mentoring  dirigido exclusivamente a familias bilingües y homeschoolers. Mi objetivo es guiarte para que ayudes a tu hijo a poner en práctica sus conocimientos de español entre clase y clase. Gracias a esta orientación puedes crear un entorno de aprendizaje de la lengua en tu propia casa.

SESIONES DE MENTORING PARA PADRES

G) Actitud positiva y energía

Los jóvenes aún no controlan tan bien sus emociones como podría hacerlo un adulto. Por eso, si el profesor no saber gestionar gestiona bien la energía dentro de la clase pueden producirse situaciones poco agradables: llantos, rabietas, miedo al error…

Los niños suelen tener poca tolerancia a la frustración y se bloquean con mucha facilidad cuando no entienden algo o no saben qué hacer. Los adolescentes, por su parte, tienden a aburrirse o cansarse muy pronto si no están lo suficientemente motivados. Por eso es imprescindible que el profesor revise su actitud frente al alumno y equilibre sus emociones. El objetivo es mantenerlo “enganchado” a la clase y hace que se sienta cómodo en todo momento.

Ningún profesor que trabaje con niños debe tener miedo a cantar, bailar, pintar o jugar en clase (cero sentido del ridículo). Debe ser muy enérgico pero, al mismo tiempo, firme si el alumno se excita demasiado. También debe saber marcar los límites y recompensar suficientemente el trabajo bien hecho.

Para trabajar con adolescentes es necesario entender que, aunque no les gusta ser tratados como niños, tampoco son adultos. En este caso, el profesor debe centrarse especialmente en desarrollar su autoconfianza y derribar sus inseguridades con respecto a la lengua (miedo a hablar, a no escribir bien, a no entender a la otra persona…). Cuando las clases están adaptadas o han sido creadas a partir de los intereses del alumno es mucho más fácil eliminar estas barreras y aumentar su motivación.

La penalización del error es un error, valga la redundancia.
Los errores no sirven más que para aprender
y ese es su verdadero propósito.

Asegúrate de que el profesor que eliges es capaz de conectar con tu hijo. Debe ser carismático y amable y mantener una actitud positiva. También debe ser paciente y hablar con un lenguaje sencillo. Si tu hijo disfruta en clase, se siente motivado y tiene ganas de repetir significa que tu elección es acertada.

H) Uso de ayudas visuales y props

Las ayudas visuales o props son todos aquellos materiales que el profesor muestra al alumno para apoyar su explicación y favorecer la comprensión. En las clases online, los props son imprescindibles, ya que permiten salvar las distancias y conectar mucho mejor con él.

Es común pensar que en las clases online todo está en formato digital. Sin embargo, es muy recomendable emplear materiales físicos o manipulativos: juguetes, tarjetas, imágenes impresas u objetos cotidianos que se enseñan a través de la pantalla. El profesor de idiomas debe saber que mientras más props introduzca en su clase, más dinámica será.

I) Pasión e ikigai

La mayoría de psicólogos afirman que las personas que sienten pasión por su trabajo son más felices y productivas. En palabras de la psicóloga Laura Regera: “La pasión es una inclinación fuerte hacia una actividad que nos gusta y que redunda en una sensación de bienestar cuando la practicamos”. Además, dedicarnos profesionalmente a ese algo que nos gusta, hace que nos impliquemos mucho más. Las horas pasan volando y todos nuestras energías están puestas en superarnos a nosotros mismos.

En la cultura japonesa nos encontramos con el IKIGAI, una filosofía de vida que explica todo esto a la perfección. El Ikigai se compone de cuatro elementos: pasión, vocación, misión y profesión. El objetivo es conseguir que todos estén conectados entre sí.

Sin embargo, al preguntar a algunos profesores sobre su trabajo nos damos cuenta de que no sienten verdadera pasión por lo que hacen. Se dedican a la enseñanza de idiomas porque no consiguieron el puesto que realmente querían o porque consideran su trabajo actual como algo provisional. ¿Y por qué trabajan entonces en centros de enseñanza de idiomas? Pues porque la mayoría de estos centros no son escuelas ni institutos donde los profesores obtienen su plaza por oposición; son empresas externas que saben que enseñar un idioma es una maravillosa forma de hacer negocio.

En muchas ocasiones, las condiciones de contratación que ofrecen a sus profesores dejan mucho que desear: trabajo por horas y solo en las temporadas de más demanda, horarios cambiantes, alumnos de diferentes edades y niveles en un solo grupo (para que sea más rentable), etc. A la hora de contratar, se suele considerar suficiente que el profesor sea nativo y que haya realizado un pequeño curso habilitante para ejercer como tal. Todo esto influye mucho en el nivel de satisfacción del los empleados.

Por eso, asegúrate de que la calidad de las clases que contratas se corresponde con las características de lo que te venden. Sobra decir que para trabajar con niños niños hace falta sentir una especial devoción por ellos. Lo más triste es que a lo largo de mi carrera he tenido que escuchar a profesores de español para niños diciendo cosas como:

    • – “Me encanta trabajar con adultos, pero los niños me ponen de los nervios”
    • – “Sería genial no tener que dar clase a adolescentes nunca más, pero suelen ser clientes rutinarios y dan más dinero”

LAS CLAVES ESPECÍFICAS

Son aquellas características que deben tener los profesores de idiomas que suelen trabajar con una tipología muy concreta de alumnos, empezando por tener experiencia con ese tipo de alumnos.

A) Claves para trabajar con alumnos homeschoolers

Si tu hijo hace homeschooling sabrás que es muy importante seguir un buen programa educativo que cumpla con todos los estándares legales sin dejar de favorecer el aprendizaje natural. A veces, incluir el estudio de una segunda lengua dentro del programa de homeschooling puede suponer un auténtico quebradero de cabeza (sobre todo si en casa no se habla la lengua que tus hijos quieren aprender). Por eso, si eliges contratar a un profesor de idiomas debes asegurarte de que ha trabajado previamente con homeschoolers.

El objetivo de este profesor debe ser integrar la enseñanza de la nueva lengua con el modelo educativo que sigues en casa. Además, el profesor debe conocer de cabo a rabo los documentos de referencia de la lengua que enseña, ya que en ellos se detallan los contenidos adecuados para cada nivel. Tener estos documentos como base, garantiza el cumplimiento de los estándares legales y te aporta más seguridad a los padres.

B) Claves para trabajar con alumnos bilingües

Conseguir que tu hijo o hija sea bilingüe no es una tarea fácil. Requiere de mucho esfuerzo y de una estrategia bien definida. No hay una fórmula efectiva para todas las familias; lo que a una les funciona, en tu caso podría ser un desastre… Por eso, el profesor que elijas debe tener experiencia con alumnos bilingües y ser capaz de orientarte de manera profesional independientemente de tus circunstancias:

    • – Habéis intentado seguir alguna estrategia para criar hijos bilingües (OPOL, T&P, ML@H…)* pero no ha dado resultado
    • – Vuestra estrategia está funcionando, pero tu hijo o hija necesita reforzar la lengua minoritaria y comenzar a entender su funcionamiento.
    • – Dominas muy bien otra lengua. A pesar de no ser nativo, has decidido afrontar un gran reto: hablar con su hijo en la lengua no nativa para educarlo de forma bilingüe.

C) Claves para trabajar con alumnos que aún no saben leer ni escribir

Pensar que un niño no puede empezar a aprender otro idioma porque aún no sabe leer ni escribir bien es un error. Los niños pueden recibir clases de español, inglés u otra lengua desde que son muy pequeños siempre y cuando las clases estén adaptadas a su edad y sean respetuosas con su ritmo de aprendizaje.

El problema está en que muchos profesores, al planificar sus clases, dan una especial importancia a las actividades en las que los alumnos tienen que leer o escribir. Se olvidan de que hay formas mucho más naturales de acercar el idioma a los más pequeños: canciones, juegos, tareas creativas….

Por otro lado, muchos profesores piensan que para que su alumno logre alcanzar un determinado nivel debe dominar todos y cada uno los contenidos del mismo (según se establece en los documentos de referencia). Por ejemplo, se supone que un alumno con un nivel inicial debe dominar las formas de los verbos irregulares en presente pero no siempre es así. Los niños muy pequeños no están lo suficientemente desarrollados a nivel cognitivo como para usar estas formas, ni siquiera los nativos. Por todo ellos, el profesor de idiomas que da clases a niños pequeños debe:

    1. Saber a qué edad está preparado el niño para usar ciertas formas verbales, estructuras sintácticas o entender determinados conceptos.
    2. Saber qué tipo de actividades o tareas son más adecuadas para su edad.

Si tu hijo aún no puede leer ni escribir bien, el profesor puede incluir ejercicios de lectoescritura para reconocer las letras o asociarlas a determinados sonidos. Sin embargo, no debería basar su clase en actividades que exijan leer oraciones completas o rellenar los huecos con las palabras que faltan. Esto solo generaría frustración y desmotivación.

D) Claves para trabajar con alumnos que se preparan un examen

Muchos adolescentes estudian en un centro internacional y los exámenes de idiomas forman parte de su evaluación escolar. Otros quieren acreditar su nivel en la lengua que estudian mediante un examen oficial. Esto les permitirá aplicar para una beca o un programa de estudios específico en un futuro próximo.

Cada examen es diferente del resto. La estructura del GCSE de español, por ejemplo, es distinta a la del DELE para escolares. También varia el tipo de actividades que componen cada uno de estos exámenes. Por todo ello es evidente que el profesor debe conocer el modelo de examen de su alumno para ofrecerle la mejor orientación posible.

Si el profesor no tiene experiencia como preparador de ese examen, al menos debe informarse muy bien sobre su funcionamiento y las fechas en las que tiene lugar. Además, debe emplear gran parte del tiempo de sus clases en practicar el examen usando plantillas de años anteriores. Así conseguirá que el alumno tenga una experiencia lo más real posible y no se sienta demasiado nervioso cuando llegue el día. 

 

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¡Hola, Soy Ana!

Profesora de español especilizada en clases online para niños y adolescentes y creadora de Catchyespañol. ¡Espero haberte ayudado con este artículo! Escribe aquí si tienes cualquier comentario, duda o sugerencia para el blog 😉

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